El «código» kármico es una capa estructurada especial del aura que forma parte de las envolturas sutiles de nuestro cuerpo físico.
El cuerpo kármico, o Causal, es el guardián de todas las causas de nuestros actos y los eventos que nos acompañan en la vida. En él se encuentra la información sobre encarnaciones pasadas, la cual moldea el destino de una persona a través de las condiciones de vida. Es precisamente el cuerpo kármico el que determina nuestros anhelos inconscientes, la predisposición a enfermedades "congénitas", el lugar de nacimiento e incluso las raíces familiares. Funciona como un mecanismo de retroalimentación, atrayendo a nuestra vida ciertos objetos y eventos.
En esta capa se acumulan los nudos de nuestras distorsiones espirituales, que pasan de una encarnación a otra hasta que son purificados y alcanzan la armonía con nuestra realidad superior. La experiencia acumulada nos permite adentrarnos en estos nudos, ver eventos del pasado donde se rompió el equilibrio y comprender qué lecciones debemos aprender. La vida nos presenta situaciones, eventos y encuentros con personas, ofreciéndonos la oportunidad de reconocer errores y corregirlos en el futuro.
